Sin duda, este será uno de los materiales que más se amarán en el blog, tengo certeza de ello, y no lo digo sin propiedad, más bien, todo lo contrario. Esta una joya entre muchas.
Como se habrán dado cuenta con el contenido principal del blog, solemos tocar cosas que tengan que ver con la cultura geek de Japón. Por ello, les dejamos este bestiario que simplemente no puede dejarse ignorado, pues aquí encontrarán, si no todas, posiblemente la gran mayoría de las especies que enriquecen el místico, enigmático y atractivo mundo de los demonios y fantasmas llamados actualmente como, Youkai, aunque esto no siempre fue así.
En sus inicios, los demonios japoneses eran llamados Ayakashi, ya que los pobladores, principalmente los pescadores, solían asociar las apariciones de estos seres con el mar, como si el centro de todo tipo de criatura anormal viniese de allí. Quizás, eso se deba a que hasta hace poco, no se conocía nada sobre la vida marina, nadie tenía idea de qué cosas podían encontrarse en las profundidades de los océanos. En ese sentido, las personas del pasado tenían una visión del mar similar a la que nosotros tenemos ahora sobre el espacio. Para ellos, las aguas escondían misterios indescifrables y a la vez era la morada de seres que desafiaban toda lógica. Finalmente, con el pasar de los años, y en gran parte gracias a la labor de Toriyama Sekien, se creo la convencionalidad de que los Ayakashi fuesen ahora, un tipo particular de demonio dentro de los Youkai existentes.
Aunque esto es algo obvio, no esta de más recordar que estos seres extraordinarios todavía siguen haciendo acto de presencia hasta estos días. Sin embargo, la cantidad de información disponible y el avance tecnológico los han relegado a la industria del entretenimiento, donde han logrado protagonizar diversas historias y salvarse del olvido. Sin ir muy lejos, dos obras clásicas en las que los Youkai juegan un rol principal vendrían siendo el manga de InuYasha y la afamada película de Studio Ghibi, El viaje de Chihiro.
En fin, ya con esta pequeña introducción, pues no me queda más que invitarlos a ver esta belleza que sencillamente no debe ser dejada de lado.
Como se habrán dado cuenta con el contenido principal del blog, solemos tocar cosas que tengan que ver con la cultura geek de Japón. Por ello, les dejamos este bestiario que simplemente no puede dejarse ignorado, pues aquí encontrarán, si no todas, posiblemente la gran mayoría de las especies que enriquecen el místico, enigmático y atractivo mundo de los demonios y fantasmas llamados actualmente como, Youkai, aunque esto no siempre fue así.
(Ilustración por Shigeru Mizuki)
En sus inicios, los demonios japoneses eran llamados Ayakashi, ya que los pobladores, principalmente los pescadores, solían asociar las apariciones de estos seres con el mar, como si el centro de todo tipo de criatura anormal viniese de allí. Quizás, eso se deba a que hasta hace poco, no se conocía nada sobre la vida marina, nadie tenía idea de qué cosas podían encontrarse en las profundidades de los océanos. En ese sentido, las personas del pasado tenían una visión del mar similar a la que nosotros tenemos ahora sobre el espacio. Para ellos, las aguas escondían misterios indescifrables y a la vez era la morada de seres que desafiaban toda lógica. Finalmente, con el pasar de los años, y en gran parte gracias a la labor de Toriyama Sekien, se creo la convencionalidad de que los Ayakashi fuesen ahora, un tipo particular de demonio dentro de los Youkai existentes.
Aunque esto es algo obvio, no esta de más recordar que estos seres extraordinarios todavía siguen haciendo acto de presencia hasta estos días. Sin embargo, la cantidad de información disponible y el avance tecnológico los han relegado a la industria del entretenimiento, donde han logrado protagonizar diversas historias y salvarse del olvido. Sin ir muy lejos, dos obras clásicas en las que los Youkai juegan un rol principal vendrían siendo el manga de InuYasha y la afamada película de Studio Ghibi, El viaje de Chihiro.
En fin, ya con esta pequeña introducción, pues no me queda más que invitarlos a ver esta belleza que sencillamente no debe ser dejada de lado.