La entrada de hoy tendrá un tono diferente
del habitual, no solo por el tema sino por la redacción.
La cuestión es que en uno de mis pocos
tiempos libres y de descanso, decidí sumergirme en la web un rato para buscar
algunos libros que fuesen de mi interés. Conseguí libros interesantes de
escritores rusos, españoles, mexicanos, peruanos, uruguayos, portugueses,
italianos, japoneses, estadounidenses, entre muchos otros más. Pero para mí
desgracia, no pude conseguir obra alguna de ningún escritor venezolano.
Ante eso, decidí, literalmente,
"bucear" por google y sus alrededores (tanto lo hice, que no me
extrañaría haber llegado a la Deep Web), y a pesar de todo, aún me encontraba sin poder conseguir un solo libro de algún escritor venezolano.
(Miguel Otero Silva: escritor venezolano. Autor de la obra "Cuando Quiero Llorar no Lloro", seguramente algunos la conocerán, pues tuvo una telenovela llamada "Los Victorinos", inspirada en su escrito).
La verdad, es que no sé qué pensar. Puedo
entender que un libro filtrado en internet le genere pérdidas a las casas
editoriales, en especial luego de toda la inversión puesta en la publicidad y
distribución de ejemplares físicos. Sin embargo, ni siquiera a los escritores
de culto o que hicieron "escuelita" dentro de Venezuela, como Rómulo
Gallegos, se les puede encontrar rastro en el ciberespacio. Es decir, si una
persona del exterior está interesada en leer algo de literatura venezolana sin
estar en Venezuela, el jamás de los jamases, podrá sumergirse en la narrativa
venezolana. Qué lamentable.
Para mi desgracia, los únicos textos
venezolanos que se consiguen en internet, tratan y abarcan temas políticos y
petroleros que, si bien esos libros no tienen nada de malo, me parece absurdo
que sea eso lo único que pueda conseguirse en internet sobre Venezuela en los
libros. Lo que trato de decir con esto, es que Venezuela no se limita a hablar politiquería
o de grandes inversiones petroleras, ni mucho menos de las bellezas naturales
del país. También existe gente que quiere ser leída, que tiene alguna historia
maravillosa qué contar y que desgraciadamente ni siquiera puede conseguirlo en
su propio país.
(Rómulo Gallegos: escritor venezolano y en algún momento, presidente de Venezuela. Autor de la obra "Doña Bárbara". Igualmente conocida por tener una telenovela inspirada en la misma).
Quizás alguien se pregunte: ¿Por qué
sucede esto último? ¿Cómo es eso que ni siquiera pueden ser leídos en su propio
país?
Bueno, para no dar muchos detalles, las
editoriales en el país tienen 2 grandes problemas: El primero radica en el
hecho de que hay pocas editoriales, lo que se traduce en menos cantidad de
aspirantes a publicar, y la segunda cosa que tienen en contra los pocos nuevos
escritores venezolanos, es que todas las editoriales apuestan a permanecer en
su "zona de confort" y muy difícilmente se arriesgan a publicar
trabajos que tengan una narrativa novedosa o poco convencional, o una historia
que poco o nada se amolde al canon venezolano (que generalmente suelen ser
texto ambientados en épocas pasadas, cargados de gran añoranza y melancolía).
Asimismo, hay que acotar que las pocas editoriales que tenemos tampoco suelen dar un salto de fe en apoyar a los autores que sí logran publicar con estas, para llevar sus obras fuera del país y que puedan ser conseguidas en las estanterías de alguna librería de los Estados Unidos, Italia, Brasil, o cualquier otro sitio que se les ocurra (yo me pregunto, ¿si Isabel Allende o Paulo Coelho pueden, por qué un escritor venezolano no?).
Asimismo, hay que acotar que las pocas editoriales que tenemos tampoco suelen dar un salto de fe en apoyar a los autores que sí logran publicar con estas, para llevar sus obras fuera del país y que puedan ser conseguidas en las estanterías de alguna librería de los Estados Unidos, Italia, Brasil, o cualquier otro sitio que se les ocurra (yo me pregunto, ¿si Isabel Allende o Paulo Coelho pueden, por qué un escritor venezolano no?).
Como se podrán imaginar, la literatura venezolana
es de esas que debe luchar contra viento y marea para sobreponerse a las
adversidades. Difícilmente alguien extranjero podrá poner sus manos en un
escrito venezolano a través del ciberespacio. Mientras que las editoriales seguirán
sin apostar por otras maneras y temáticas para contar una historia, y tampoco
creo que se animen a llevar un buen libro venezolano a alguna estantería
extranjera. Al menos no en lo que queda de año, ni el siguiente.
(Francisco Suniaga: escritor venezolano. Posiblemente el escritor más famoso de Venezuela con vida. Autor de obras que se caracterizan por pintar y describir el ambiente de la Isla de Margarita, como "La Otra Isla").
Aún con todo lo anteriormente dicho,
simplemente espero que esta situación en la que nos encontramos estancados
mejore con el tiempo. Pero por ahora, habrá que probar suerte en otro lado como el propio ciberespacio.