Como es costumbre en Venezuela, acabamos siendo uno de los últimos países en recibir la nueva (y muy esperada) película de Dragon Ball. No obstante, el grupo de personas con las que fui a ver este film (a excepción de uno) experimentaron sentimientos encontrados con el largometraje, las cuales me gustaría expresar.
Dragon Ball es una de la franquicias más rentables del mundo del manganime de las últimas décadas y, sin dudas, continuará siéndolo durante los próximos años, por lo que no es raro que continuemos viendo material inédito de la serie. Tal es el caso de la nueva película, la cual, a diferencia de la Batalla de los Dioses, llegó a suelo latinoamericano a pocos meses de su estreno en japón, traída esta vez de la mano de 20th Century Fox. Así que, para no cansarles, seré lo más breve posible.
Para el conocimiento de muchos, la primicia trata de un grupo de sobrevivientes del ejército de Freezer que busca con desespero las esferas del dragón para revivir a su líder indiscutible y que luego de ser traído a la vida, opta por realizar un entrenamiento con el cual hacerse lo suficientemente fuerte como para cumplir su objetivo de saldar cuentas contra Gokú y así, obtener su venganza.
Al igual que la película anterior, tiene una duración fuera de los parámetros de las primeras películas que tuvo la franquicia, la cuales si llegaban a los 60 minutos era prácticamente un logro. Asimismo, el diseño de los personajes recibió un "remake", principalmente con Bulma y Gohan mientras que Gokú y Vegeta salieron de sus habituales trajes de combate. Adicionalmente, tuvo una banda sonora bastante interesante y que la diferencia por mucho de la forma en que la musicalidad solía implementarse en los largometrajes de Dragon Ball. Un gesto muy agradable, a mi parecer.
Como se vio en los tráilers, el personaje de Jako (personaje principal del spin-off/prólogo de la franquicia) hace gala en esta película, otorgando grandes toques de humor que nunca vienen mal para aligerar las tensiones del clímax, mientras que también tenemos apariciones de Piccolo, Tenshin-han, el maestro Roshi y Krillin (y su miedo latente por saber si morirá en esta entrega o no XD) y los recientemente agregados dentro de la franquicia, Bills y Wiss.
A nivel de animación, no cabe de duda que a Dragon Ball le sienta de una manera increíble la nueva tecnología empleada en la industria de la animación japonesa, mostrando efectos de iluminación y profundización de los colores (que en DB, DBZ y DBGT no pudieron disfrutarse), haciendo que los fondos tengan una apariencia más vívida, pero sin que los mismos dejen en segundo plano a los personajes. Es decir, hay un correcto balance entre el elenco y el ambiente.
Con respecto al plato fuerte de la serie: las peleas, hay que acotar que para las personas que extrañaron los puños y patadas ausentes en la Batalla de los Dioses, regresan recargadas para este film, en donde veremos durante su duración varias luchas a alta velocidad y técnicas llamativas, como el Kamehameha, entre muchas otras más.
Otra cosa importante que hay que destacar, es que los personajes han recibido el momento en pantalla que se merecen y que en el film anterior no tuvieron, haciendo que ahora haya un equilibrio y que no sea simplemente ver a Gokú y Vegeta de inicio a fin.
Sin dudas, La Resurrección de Freezer es una película que le hace mucha justicia a elementos que quedaron poco explotados en su largometraje anterior, pero que al mismo tiempo, dan muestras de que en un intento por recuperar estos elementos, han sacrificado cosas muy propias de la franquicia que quizás a la vista de los más críticos y menos afines a la serie, se harán evidentes casi de inmediato.
Como es característico del blog, no ahondaremos en esta entrada sobre lo malo de la película. Queremos que sean ustedes mismos quienes den el veredicto final sobre si Gokú y los demás han hecho un buen retorno a las salas de cine o no. Pero si de todos maneras desean leer mis opiniones con SPOILERS (en las que señalo los fallos del film), pueden pasar y pinchar en el siguiente enlace enlace: