La vida del ser humano puede ser tan
larga como ser testigos de todos los avances en un siglo, pero es bien sabido
por todos que cuando miramos hacia atrás, parece que apenas hubiera sido ayer
que vivimos algo que paso hace ya mucho tiempo. Puede ser cualquier cosa, eso
resulta de la experiencia de cada quien. Resulta curioso que, pese a ser tan
efímera, se le pueda sacar tanto partido a lo que es la vida misma. Y eso lo
hace la escritura espléndidamente.
El arte de escribir es capaz de
inmortalizar cualquier evento, desde la fortuna más grata hasta una desgracia
innombrable. Pero lo más cómico, es que la mayoría de las veces, son
eventualidades o coincidencias que todos nos han ocurrido (al menos una vez), y
con todo y eso, las continuamos leyendo como si jamás nos hubiese sucedido. Un
ejemplo tonto pero contundente lo encontramos en el romance.
Quizás esto se deba a que además de leer
sobre caballeros enfrentándose a gigantescos dragones, sobre tripulaciones
espaciales con una tecnología que al día de hoy no existe o no está muy
desarrollada y otros tipos de historia, todo lector siempre haya la necesidad
de leer algo más "creíble". Hay muchos que simplemente quieren leer
algo que ellos puedan vivir o que ya hayan vividos. Quizás sea así porque es
más fácil compadecerse de los protagonistas y sus aventuras (o desventuras).
Todo lo anterior mencionado no es nada nuevo. Dejando el tema aparte, una vez más, les traemos de la mano de quien nos envió "Los calcetines asesinos" y "La matriz 4x4" la historia de hoy, aunque solo la primera parte. Como siempre, espero lo disfruten. Recuerden COMPARTIR y dar LIKE a nuestro Facebook. También sígannos en Twitter para que así podamos llegar a muchas más personas. Muchas Gracias.