Esta semana, al igual que la pasada, comenzará con un artículo en
lugar de un poema. Esta vez tocamos la superficie de como el "ser
maduros" afecta nuestra forma de pensar. Una de las definiciones que podría
atribuírsele a la madurez es saber cuándo comportarse de manera infantil, pero
hay personas que no comparten esta noción y se toman la vida muy en serio.
Tanto es así que incluso no entienden cómo
sus contemporáneos pueden sumergirse tan a fondo en algo que ellos consideran
"infantil", olvidando que ellos mismos algunas vez fueron niños. Hay
algunos que no entienden que solo lo hacen por diversión, para entretenerse,
para revivir aquellas épocas en lo que todo era "más fácil".